miércoles, 19 de agosto de 2009

¿Vivir?

Todo alrededor es una mentira creada por la ilusión de que la realidad no sea lo que es, o quizás la realidad es una mentira, o la mentira una verdad. La cuestión es que estamos parados en un lugar y nuestra permanencia aquí parece llamarse vivir, por convención seguramente. Se la ha puesto un nombre a todo, pero en realidad… ¿realidad?
No sabemos exactamente de qué se trata, nadie sabe nada de este lugar. Cada cual actúa como lo cree correcto. Hay de todo, pero este ‘todo’ es incierto.
Algunos están cómodos con su estadía, otros perdidos en una búsqueda constante de quién sabe qué, otros simplemente sonríen resignados, y algunos, algunos pocos, no lo soportan. No soportan tener únicamente una certeza y que ésta no sea más que la eterna incertidumbre.

domingo, 16 de agosto de 2009

Perspectiva.

El sueño que aplasta. La alegría que huye. El sol que se asoma.
El frío que empapa los huesos y la carne y el alma. Lo lindo de lucir los abrigos y sentirse protegido entre bufandas grises. La amenaza a un próximo verano, a luz por la ventana. La ansiedad demasiado inquieta. Los trastornos de la debilidad. Las esperanzas puestas en un cambio inexistente. Un pincel con ilusión. La locura de un día con color. La bronca a todo tipo de mediocridad. Los pensamientos puestos en nada. La ausencia de libros, y con ello, de valores. La desidia, la comodidad de un mundo consumido por la tecnología.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Karma.

Sola, mareada, confundida, aturdida, exhausta. Entre otras cosas, asfixiada, triste, desganada. También, ingrata, inconforme, estúpida, soñadora y apasionada. Al mismo tiempo, neurótica, débil, introvertida, sensible y hasta ingenua. Además, ansiosa, bipolar, perfeccionista, soberbia y problemática. Frustrada, loca y bohemia.
Y así, junto a un diccionario, pasaría horas describiendo esto que soy. ¡Es demasiado!
Mi cuerpo ya no soporta estos calificativos.

martes, 4 de agosto de 2009

Vivir de ilusiones.

Los escritores, además de vivir en un mundo de palabras, son grandes magos que transforman la realidad, crean una propia con tinta sobre el papel.
Escribir es hacer magia, siempre se vuelve apasionante e increíble pero en verdad, al igual que el ilusionismo, termina siendo un engaño.
Solo que estos magos aficionados a la escritura, generalmente, en lugar de intentar convencer al espectador (en este caso lector) sobre la veracidad de sus obras, lo hacen con ellos mismos. Quiero decir con esto, que los escritores se autoengañan inconscientemente creyendo que sus letras algún día cobrarán vida y entre tanto show, es ESA ilusión la que los mantiene vivos.