viernes, 26 de noviembre de 2010

Carta hacia ningún lugar...

La ausencia, el vacío, la falta de, el recuerdo y sobre el peso que eso conlleva, la eterna incertidumbre, la vulnerabilidad y de nuevo el vacío.

Te fuiste y en el aire, una fuerza misteriosa de esas que rigen la vida me impidió que te abrace.

Te eclipsaste físicamente, te redujiste a la nada. Pero tu esencia, tu esencia es tan poderosa que sigue intacta entre nosotros, los que te amamos.

Estás presente pero no podemos abrazarte, te sentimos pero algo nos impide verte. Maldita contradicción. Te extraño.

No sé a dónde te fuiste, nadie lo sabe en realidad. Pero sin embargo estás acá y para siempre. Sos eterno, no en cuerpo sino en alma. Tu luz quedó encendida. Tuviste una sonrisa tan hermosa que nada ni nadie podrá borrarte jamás.