Corres con la mirada perdida en un horizonte que poco a poco va perdiendo valor para vos. Te sentis tan insignificante frente a él, que tus latidos son cada vez más ligeros, casi al ritmo de los pies.
No hay tiempo que peder, lo sabes, pero tu cuerpo vive exhausto y la voluntad ya no es suficiente.
¿Qué pesa más? ¿Las ganas de paralizarte frente a este huracán insoportable o seguir aniquilándote por ganar la carrera?
Una decisión tan difícil como la vida misma.
6 comentarios:
Creo que lo mejor es buscar otra carrera por correr...
Pesar, lo que se dice pesar, peso más yo. Que soy un pesado y no dejo de pasarme a saludarte. Como la vida misma.
Y bueno, no sé, eso depende de si eres una corredora de fondo o de velocidad. En general, cada persona tiene sus tempos. Una vez que se tiene claro eso, ya se puede elegir la carrera en la que quieres participar hasta perder la cabeza, incluso...
Lo dicho. Te dejo una saludo y una bebida isotónica.
Nos cansamos de pelear y nos agota la lucha. Las decisiones más difíles requieren de procesos así, pero al momento de seguir es necesario plantearse si vale la pena o no soportar ese peso.
Saludos!
Más que hacia un horizonte deberíamos correr hacia una verticalidad, que eso sería como estar acostados para no llegar a ninguna parte o simplemente soñar…
Un saludo desde mi pasillo.
Tu lo haz dicho, la vida no es sencilla... creo que lo importante es no detenerse!
besos!!
la voluntad no es suficiente?
es placentero encarar y tener voluntad para hacer las cosas que queremos. placentero, muy placentero.
cómo va la fotografía?
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