domingo, 23 de noviembre de 2008

Intento (fallido) de relatar mi lugar.

En mi pueblo las cosas son relativamente sencillas, porque la palabra 'pueblo' claramente emana sencillez. Las calles son escasas y la gente es exactamente simple, con todo lo que implica el calificativo. Mi pueblo es, en exiguas palabras, hermoso. Todos respiramos una paz exagerada, por poco insoportable. El silencio del mediodía es aturdidor y la rutina nos agobia, por supuesto, como a todos, sin embargo nuestro cansancio es distinto, porque nuestra estadía es diferente. Aquí se camina por el medio de la calle con la tranquilidad de saber que no te pasarán por arriba. No tenemos Shopping, ni demasiados bares donde sentarnos a leer el diario, ni exceso pistas para ir a bailar y hasta la moda tarda en llegar, pero les aseguro que más de un porteño lo envidia en silencio. Nos sentamos en la vereda con el mate, dejamos la puerta abierta, chusmeamos a los gritos con el vecino y caminamos con los pies descalzos. Nosotros almorzamos asado los domingos, mientras disfrutamos de la radio y la familia. Somos literalmente genuinos e improvisados.
Nos conocemos todos, y si no nos conocemos, por más absurdo que parezca, nos saludamos igual. Además estamos al tanto del prontuario de cada alma y en caso de no estarlo, nos costaría muy poco examinarlo. No es extraño que dos amigas se enamoren del mismo hombre, ni que, en diferentes épocas lo compartan. A veces, como lo expresa el famoso dicho popular, el infierno es grande.
Es cierto que tenemos escasa pero profunda historia, con terminología característica, con unos cuantos personajes auténticos, con eternas rivalidades, con mediocres y con gente honesta.
En este recóndito lugar, casi olvidado, también existen personas que sueñan y que se asombran al pensar en un mundo tan inmenso. No sé si fui clara, el nuestro se puede recorrer fácilmente en bicicleta, dando varias vueltas por el mismo sitio, incluso sin cansarte.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Me imagino un suburbio, las flores, los vecinos y las siestas infaltables.
Hace mucho que no pasaba

BLUEKITTY dijo...

Es extraño pero al leer me asaltan dos sentimientos, envidia de vivir en un lugar así de tranquilo con siestas y pies descalzos y un sentimiento de alivio de no vivir en un infierno tan pequeño!

Hermoso texto como siempre.

Anónimo dijo...

Por donde vivís?

Solange dijo...

Esta barbaro, tal cual ! Es cierto cuando vas a un lugar y esta colmado de gente ,se extraña todo lo que escribiste!
Viste me pongo al dia mas seguido ahora jaja, Un besote enorme

Eduardo Roldán dijo...

Que lindo Agos! me hiciste acordar a mi ciudad.
Besos

BeLén dijo...

muy lindo! no entiendo porqué el fallido como dice el título, creo que es un texto que describe muy bien al lugar, aunque no lo conozca, pero igualmente respeto tu valoracion..
un beso

arenasmovedizas dijo...

Mi vecina hermosa!! Hace tantisimo tiempo que no pasaba, muy de aragana y de atariada. je je. La verdad, no tengo y ni siquiera agregaria mas palabras a ese pequeño pero a la vez gran texto de como describis nuestro pueblo querido!! Mi vecina, escribis muy pero muy biien!! Me encanta, y ojalas puedas seguir en esto, y le des para adelante en todo. Se te quiere pero montones.. Un beso enorme, te lo hace llegar tu vecina y amiga de la Savio al 1144.

m a r i e dijo...

No sobrevivo si no estoy en la ciudad, en la urbzacion, con la contaminacion, el ruido y todo lo que implique aguantar... Si tu pueblo tiene un lago, yo me ahogaría ahí despues de unos años. Excepto que haya una enorme biblioteca

·. Queen of hearts .· dijo...

Me encanta c/cosa que escribís, ¡Te quiero mucho!

Unknown dijo...

¿Qué es la Patria? Lo que relata Agostina. Aunque el infierno sea grande, se nos ocurre un Paraíso.
Gracias Agostina por esa lírica sensible y esa prosa ajustada. En tiempos de menosprecio del lenguaje es muy bueno rescatarlo los bocones y travestidos impulsos de la tv y ponerlo en relieve de los sueños, a la intemperie, sin miedo. Felicitaciones.
Elvio