domingo, 10 de agosto de 2008

Me siento tranquila de saber que en la escritura siempre voy a encontrar un refugio, ya sea de la comprensión como de la incomprensión, de la diversión como del aburrimiento, de lo maravilloso como de lo absurdo.
Estoy enamorándome, poco a poco, de este hábito y me pone contenta el saber que es un vicio sano y que, supongo, no me traerá efectos negativos.
Mientras dejo fluir libremente las palabras en el papel respiro una alegría al saber que me dejo llevar por lo que me empujan mis ganas sin que califiquen mi trabajo ni que me impongan horarios que muchas veces no estoy con ganas de respetar.
Me estoy dando el gusto de hundirme en el mundo de las letras, aquel que felizmente llevo tatuado en la carne, los huesos y la sangre.

4 comentarios:

arenasmovedizas dijo...

Vecina, aca estoy, a las 22. 57.. de una noche fría, desp de un día gris, con lluvia y granizos. Esperando a que blogearas, y al fin. Con respecto a lo que escribiste, me parece lo correcto, la escritura es algo sano, lindo ( para quien lee y les gustan las letras), y en el cual te refugias. Seguí escribiendo que me gusta mucho. Te dejo un beso enorme.. Espero que mañana comiences las clases con animo. Jajaj.. Te quiero mucho. :)

rama dijo...

La palabra tiene un dejo vicioso impregnado, que por lo general motoriza a una constancia obsesión gramatical, en este caso on-line!.
Saludos.

Diego Planisich dijo...

No dejes de escribir, como de sonreir...



Suspiro...

Yllari Chaska dijo...

A veces la escritura es un lugar donde descansar de uno mismo, un pequeño barco que lleva nuestros pesos y levedades...
felicidades por tu blog, muy honesto.
Gracias por visitar el mío.
Un abrazo desde Perú.