viernes, 26 de noviembre de 2010

Carta hacia ningún lugar...

La ausencia, el vacío, la falta de, el recuerdo y sobre el peso que eso conlleva, la eterna incertidumbre, la vulnerabilidad y de nuevo el vacío.

Te fuiste y en el aire, una fuerza misteriosa de esas que rigen la vida me impidió que te abrace.

Te eclipsaste físicamente, te redujiste a la nada. Pero tu esencia, tu esencia es tan poderosa que sigue intacta entre nosotros, los que te amamos.

Estás presente pero no podemos abrazarte, te sentimos pero algo nos impide verte. Maldita contradicción. Te extraño.

No sé a dónde te fuiste, nadie lo sabe en realidad. Pero sin embargo estás acá y para siempre. Sos eterno, no en cuerpo sino en alma. Tu luz quedó encendida. Tuviste una sonrisa tan hermosa que nada ni nadie podrá borrarte jamás.

4 comentarios:

J. Franfal dijo...

Sinceramente me has dejado sin palabras. Que hermosa manera de recordar a alguien y con la intesidad que reflejas en cada una de las palabras.

Un abrazo.

Diego Planisich dijo...

Se vienen tiempos sensibles para el colmo... entiendo lo que decís, a mi manera. Un beso y un gusto leerte realmente.

Tears dijo...

Una carta hacia la eternidad, al menos a ese lugar la enviaría...dulce y nostálgica forma de recordar...

Un beso y mil cariños...

Tears.-

J. J. García Rodríguez dijo...

Hay un cartero en España que se queda con todas las cartas que se envían hacia ningún lugar. Luego, cuando llega a casa de vuelta del trabajo, las abre y las lee.

A deshoras puedes ver su luz encendida.