lunes, 27 de julio de 2009

Le puso un freno a la rutina y desconectó los cables del cerebro, olvidó los consejos sensatos, se adecuó a la butaca y, tras hacer mucho esfuerzo, le ganó ese pulso al silencio.
Soltó palabra por palabra lo que danzaba hace tiempo en su mente y desnudó entonces lo que era en realidad.
Sintió miedo un momento. Luego, un enorme alivio.

7 comentarios:

aapayés dijo...

Siempre es un gusto inmenso leerte

Saludos fraternos
un abrazo

Jessi dijo...

qe hermosa sensacion cuando le das un stop a esa rutina diarioaa
es tann hermosoo
besitos (:

BLUEKITTY dijo...

Qué lindo... me da pilas imaginarlo.

¿Recetas?

saludos

m a r i e dijo...

Es exactamente así como pasa, primero miedo, luego alivio.

Virginia dijo...

Cuando tenemos algo que decidir al principio sentimos miedo, pero si después todo sale bien, nos genera un gran alivio. Besos Agos.

Teamcry dijo...

Después de deshaogarse siempre se siente un fresco.. un alivio!

Saludos!

::teamcry::

dijo...

que lindo descargarse,