domingo, 28 de junio de 2009

La nostalgia en los huesos de Londres.

Transitaba Londres con nostalgia, creía en la magia de los pájaros al bailar y en una energía extraña que no se llamaba Dios. Cada paso hacía eco en su alma, como si interiormente no tendría más que órganos tiesos y venas exhaustas de sangre caliente.
Las nubes ensayaban un monólogo contra la superficie y ella aún no comprendía el inglés, ni la vida. Un puñado de almas destrozadas la rodeaba. Londres es una bonita ciudad para sacar a pasear el dolor.

martes, 23 de junio de 2009

Si somos el futuro, estamos en problemas.

Es imposible, me dije interiormente, al mismo tiempo que mantenía silencio. También me pedía perdón por la falta de esperanza, por la resignación inmediata. Mientras los chupines importen más que los libros y lo único que nos haga feliz sea escuchar música que no deje más reflexión que las neuronas trituradas, es imposible.

lunes, 15 de junio de 2009

Positive vibrations

-Ponete las pilas!, me dije de pronto.
Calzate todo el abrigo que sea necesario y salí a disfrutar la vida, recordando siempre que hay sólo una.

martes, 2 de junio de 2009

Ilusiones trituradas.

Recuerdo que aquella mañana llegué a casa y me tiré en la cama, necesitaba abrazarme a la almohada para llorar. Me tranquilizaba estar sola y no tener que dar explicaciones. Lo había escondido hasta ese momento, dos horas fueron suficientes, tenía que desahogarme con urgencia.
Yo sabía que no era grave, que al secarme las lágrimas vería las cosas de otra manera, que por algún motivo la vida había decidido que no era el momento o que no lo merecía, pero mis ilusiones eran tan sanas e inocentes y se habían triturado y las necesitaba y ya no estaban. Me sentía tan poca cosa sin ellas, tan nada. Me embolaba haberlas tenido, ¡qué ilusa, qué idiota!